Razan Al Mubarak, la Campeona de Alto Nivel de Cambio Climático de la ONU para COP28, anunció planes para garantizar que las voces de las comunidades indígenas sean escuchadas en las cruciales conversaciones climáticas en puerta, subrayando la importancia de la inclusión en la conferencia que tendrá lugar a finales de este año en los Emiratos Árabes Unidos.
La Sra. Al Mubarak, que también es Presidenta de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), estuvo junto a Hindou Oumarou Ibrahim, copresidenta del Foro Internacional de Pueblos Indígenas sobre el Cambio Climático, para hablar sobre la importancia de una mayor inclusión:
“Un tema recurrente en las discusiones ha sido la necesidad de una mayor inclusión de los pueblos indígenas en el proceso de negociaciones. Esto es mucho más que un imperativo moral. Simplemente no podremos resolver la crisis climática sin incorporar auténticamente el liderazgo de los pueblos indígenas y otros grupos tradicionalmente subrepresentados, como las mujeres y los jóvenes”.
Las medidas clave para COP28 incluirán apoyo financiero para permitir que las personas mayores asistan a la cumbre mundial y alojamiento subsidiado para 150 delegados y servicios de traducción, así como un informe centrado en el acceso directo a la financiación para los pueblos indígenas que emprenden acciones climáticas.
La Sra. Oumarou Ibrahim, que también es Coordinadora de la Asociación de Mujeres y Pueblos Indígenas del Chad, añadió:
“Estas iniciativas representan un avance hacia la inclusión y el reconocimiento de los derechos y conocimientos de las comunidades indígenas, especialmente de cara a COP28. Los pueblos indígenas pueden aportar soluciones concretas para la adaptación y mitigación del clima, y es necesario escuchar su voz. Espero que COP28 conduzca a resultados concretos para la acción climática y el apoyo a quienes están en la primera línea del cambio climático”.
Los pueblos indígenas son los primeros en enfrentar la peor parte del cambio climático ysus prácticas, reconocidas desde hace mucho tiempo, desempeñan un papel crucial a la hora de abordar los desafíos climáticos y de biodiversidad. Sin embargo, sus valiosas perspectivas siguen estando subrepresentadas en los procesos climáticos multilaterales y reciben una proporción muy pequeña de la financiación internacional para la acción climática.