Razan Al Mubarak, Campeona de Alto Nivel de Cambio Climático de la ONU para COP28, comparte co-autoría de un artículo de opinión reciente para Project Syndicate, escrito junto a Bogolo Joy Kenewendo. El artículo destaca la urgente necesidad de estrategias financieras transformadoras para invertir en soluciones basadas en la naturaleza y prevenir el colapso catastrófico de los ecosistemas.
Utilizando el municipio de eThekwini en KwaZulu-Natal, Sudáfrica, como caso de estudio, el artículo enfatiza los beneficios de proyectos positivos para la naturaleza, como la restauración de ríos y la gestión de especies invasoras, que no solo mejoraron la salud ambiental sino que también crearon más de 1,000 puestos de trabajo. Aun así, las inversiones basadas en la naturaleza todavía reciben solo una fracción del financiamiento asignado a soluciones climáticas tradicionales, a pesar de su potencial para impulsar cambios impactantes:
“Las inversiones basadas en la naturaleza, incluida la agricultura sostenible, ya están demostrando ser rentables y escalables, y tienen el potencial de crear 395 millones de empleos para 2030. Sin embargo, a nivel mundial, las soluciones basadas en la naturaleza reciben solo el 15% de la inversión que las soluciones climáticas tradicionales, como la energía limpia y el transporte con bajas emisiones de carbono”.
Para cambiar esta dinámica, tanto el sector público como el privado deben priorizar la integración de la naturaleza en la toma de decisiones, fomentando políticas que reduzcan los riesgos de inversión y garanticen un acceso equitativo al financiamiento climático. Esto es particularmente crítico para las comunidades indígenas y los pequeños agricultores, quienes desempeñan un papel vital en los esfuerzos de conservación, pero a menudo carecen de acceso a los recursos financieros necesarios para implementar soluciones.
La Sra. Al Mubarak y la Sra. Kenewendo sostienen que el actual clima político y financiero brinda una oportunidad única para desarrollar una agenda de inversión transformadora. Los líderes mundiales deben actuar ahora para aprovechar el impulso de las soluciones basadas en la naturaleza, reconociendo que una economía próspera es inseparable de un entorno natural próspero.