En su reciente artículo publicado en Project Syndicate, Razan Al Mubarak, Presidenta de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y Joseph Nganga, Director Ejecutivo interino de la Alianza Energética Global para las Personas y el Planeta, analizan el poder transformador de las tecnologías de cocina limpias. Una vez concluida la Cumbre Africana de Cocina Limpia de la AIE, llevada a cabo en París en mayo de 2024, sus ideas fueron particularmente pertinentes.
La narrativa se centra en Florence Auma Ode de Kenia, quien mejoró significativamente la salud y la situación económica de su familia al adoptar una estufa de bioetanol. Este cambio subraya los beneficios más amplios de las soluciones de cocina limpia, que son cruciales, pero a menudo subestimadas, en los debates sobre el clima global.
El artículo enfatiza que, si bien cocinar de forma limpia puede reducir drásticamente las emisiones globales de carbono y ayudar a combatir la deforestación, 2,400 millones de personas todavía dependen de métodos de cocina tradicionales que son dañinos en múltiples y diferentes niveles. Esta situación exige una respuesta global sólida que incluya financiación innovadora y cambios sociales, especialmente para empoderar a las mujeres y las niñas que resienten la peor parte de estos desafíos.
La Sra. Al Mubarak y el Sr. Joseph Nganga también destacan iniciativas exitosas como la Coalición de Comidas Escolares en Kenia, que mejora el acceso a cocinas limpias y simultáneamente apoya las economías locales y reduce las emisiones. Instan a los líderes mundiales a comprometer recursos significativos y proponen una inversión anual de 8 mil millones de dólares para lograr el acceso universal a cocinas limpias para 2030.
Este llamado a la acción tiene como objetivo priorizar la cocina limpia en las estrategias internacionales de financiamiento climático, subrayando su papel esencial en un enfoque integral para la mitigación del cambio climático.