La pérdida de biodiversidad es una de las crisis existenciales más grandes de nuestros tiempos. Las estimaciones actuales sugieren que el planeta está perdiendo más de diez mil especies por año — mil veces más rápido que en cualquier otro momento de la historia.
Dado que detener la pérdida de biodiversidad requiere estrategias a largo plazo, Razan Al Mubarak comenta que el trabajo de UICN y otras organizaciones de conservación está siendo obstaculizado por el predominio de fondos de uso restringido — dinero que es asignado a menudo para proyectos específicos a corto plazo. De hecho, en estos momentos los fondos restringidos forman el 70% de las recaudaciones de la UICN.
En un artículo de opinión publicado en Eco-Business, la Sra. Al Mubarak sostiene que abordar la crisis de la biodiversidad requiere proyectos a largo plazo, proyectos de campo, promoción y educación, al igual que gastos generales de las instituciones como salarios y alquileres, que puedan ser mantenidos con las donaciones monetarias sin restricciones.
En el artículo ella escribe:
Conforme el mundo se recupera de la pandemia, debemos aprovechar la oportunidad de reinventarnos y replantearnos cómo financiar la conservación a largo plazo. Detener la pérdida de biodiversidad nos llevará décadas de esfuerzo continuo, y en estos momentos no podemos permitir apoyarnos cada vez más en ayudas para proyectos específicos de corta duración.
Los gobiernos, fundaciones y filántropos deben ser los primeros en darle prioridad al apoyo efectivo y consistente de los fondos sin restricciones para las organizaciones de conservación luchando en la primera línea de la crisis de extinción.