En 2008, Abu Dabi acogió la primera reunión de presidentes de los grupos de especialistas de la Comisión de Supervivencia de Especies de la UICN. Fue un momento decisivo para la CSE, ya que se trataba de la primera reunión cara a cara de todos los presidentes de los grupos de especialistas. Desde entonces, los dirigentes de la CSE se han reunido en Abu Dabi en 2012, 2015 y de nuevo en octubre de 2019. Cuatro reuniones en los últimos 11 años. Estas reuniones permiten a la CSE planificar y elaborar estrategias para ayudar a salvar las especies más amenazadas del mundo.
La primera reunión de 2008 fue también un momento decisivo para Abu Dabi y sus esfuerzos en pro de la conservación mundial de las especies. En esa primera reunión fue donde se sembraron las semillas del Fondo de Conservación de Especies Mohamed bin Zayed. Aprendimos de la CSE los requisitos para facilitar sus esfuerzos de conservación de especies, concretamente un apoyo financiero bien programado, a menudo en cantidades inferiores a 25 000 dólares, para los esfuerzos directos en la conservación de especies, evitando así trabas burocráticas importantes. Desde 2009 el Fondo de Conservación de Especies Mohamed bin Zayed ha apoyado más de 2000 subvenciones destinadas a 1300 especies y subespecies, lo que supone una suma de casi 20 millones de dólares.
La historia medioambiental mundial ha cambiado desde entonces, a veces para mejor, pero desafortunadamente, también para peor. Si bien a nivel mundial se están realizando progresos en el tratamiento de ciertas cuestiones como la contaminación por plásticos, la concienciación sobre el cambio climático y la creciente presión que los jóvenes ejercen sobre los dirigentes mundiales para que actúen con decisión y respondan a los desafíos del cambio climático; lamentablemente, también hemos visto la quema casi sin restricciones de las selvas tropicales y una aceleración en el ritmo de extinción de las especies. Incluso estamos perdiendo especies de las que podría depender nuestra propia supervivencia, como la humilde abeja y una infinidad de polinizadores.
El apoyo inicial de Abu Dabi a la CSE nació de la conexión emocional y espiritual de nuestra nación y sus líderes con la naturaleza y la gente, no nació de un plan estratégico ni de un ejercicio de prioridades, sino que lo hizo únicamente desde el entendimiento de Abu Dabi de saber que no hay futuro para la gente donde no hay biodiversidad.
De acuerdo con el reciente informe de la plataforma intergubernamental sobre diversidad biológica y servicios de los ecosistemas (IPBES), gran parte del cual se basa en los datos e investigaciones de la UICN, un millón de especies animales y vegetales están en peligro de extinción, más que nunca antes en la historia de la humanidad. Es muy interesante observar que las principales amenazas inmediatas para las especies son las mismas amenazas tradicionales y agravadas que han puesto en peligro a las especies desde que existe el movimiento de conservación: la sobreexplotación, la destrucción del hábitat, las especies invasoras y el desarrollo económico con toda la presión que ejerce sobre la naturaleza. El cambio climático es una amenaza adicional muy seria; pero si nos centramos SOLAMENTE en el cambio climático, no salvaremos a muchas especies de la extinción.
Aquí en nuestra región, hemos visto los efectos de este declive en primera mano. Después de sobrevivir muchos años en el duro entorno desértico, la majestuosa gacela saudí fue declarada extinta por la UICN en 2008. En los Emiratos Árabes Unidos, la tortuga carey que se alimenta en nuestras aguas y anida en nuestras playas, y el leopardo de Arabia están ambos en peligro crítico de extinción.
No seamos condescendientes con algunas de nuestras especies menos amenazadas, por ejemplo, el mero de pintas naranjas, también conocido como hamour, un alimento básico de nuestras pesquerías, aunque actualmente clasificado como de "preocupación menor" y que está disminuyendo en los Emiratos Árabes Unidos. Las presiones sobre nuestra biodiversidad parecen no hacer más que aumentar, por lo que tenemos que estar siempre alerta.
Como dirigente del gobierno encargada de preservar nuestro medio ambiente nacional, he aprendido y experimentado las necesidades y desafíos de equilibrar y combinar el desarrollo y la protección del medio ambiente, la necesidad de crear políticas y marcos jurídicos adecuados, la necesidad de colaboraciones internacionales y la necesidad de trabajar con personas cualificadas y datos precisos.
Los esfuerzos de Abu Dabi han dado sus frutos hasta cierto punto y nuestras aguas siguen siendo el hogar de la segunda mayor población de dugongos del mundo. Nuestros científicos y guardas forestales han descubierto varias especies nuevas y estamos protegiendo más biodiversidad terrestre y marina que nunca antes, y todo esto empezó a ocurrir en un momento en que nuestro país estaba experimentando un gran desarrollo.
Las acciones directas y locales son también un requisito para muchas especies, ya que no pueden sobrevivir solo a través de mejores políticas y acuerdos internacionales.
Abu Dabi se enorgullece de sus contribuciones al programa de reintroducción del órix de cuernos de cimitarra, por haber logrado llevar a esta hermosa criatura de vuelta a su hogar histórico en el Chad, donde más de 200 animales han sido reintroducidos en menos de tres años y ahora viven de nuevo en libertad. Esta era una de las especies catalogada como extinta de la vida silvestre en la Lista Roja de la UICN. Esta iniciativa demuestra el increíble poder de la colaboración entre países para crear un impacto medioambiental, algo de lo que el CSE sabe mucho.
Menciono la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, ya que es sin duda es el producto de conocimiento más conocido de la UICN, un producto que muchos gobiernos están utilizando para establecer sus prioridades, desarrollar planes e invertir sus recursos de manera inteligente. El poder del conocimiento imparcial basado en principios científicos es enorme cuando se aplica para orientar la elaboración de políticas y medidas adecuadas.
Después de todo, la conservación trasciende las fronteras y es responsabilidad de todos nosotros trabajar juntos para asegurar un futuro para la próxima generación y las venideras.
En un momento en el que algunos cuestionan la existencia misma de las amenazas medioambientales que están dañando nuestra Tierra, debemos trabajar para proporcionar pruebas imparciales que permitan tomar decisiones acertadas por el bien de nuestro planeta. Para ello necesitamos hacerlo en un marco en el que todos los niveles de la sociedad puedan participar, incluyendo los gobiernos, la sociedad civil, las comunidades indígenas y nuestros jóvenes.
Abu Dabi se enorgullece de su larga asociación con la UICN, ya que es una organización que tiene mucho que ofrecer y Abu Dabi apoya firmemente los esfuerzos tan importantes que ha realizado la UICN. Todos sabemos que si tuviéramos que crear la UICN hoy, a diferencia de cuando se estableció por primera vez hace más de 70 años, probablemente no podríamos hacerlo de nuevo dado el clima político divisorio de hoy en día. Debemos apoyar a la UICN, pero también debemos ser conscientes de sus deficiencias y trabajar para mejorarla y ayudarla a seguir siendo relevante en un momento en el que se necesita más que nunca.
Hubo casi 300 líderes de la CSE que asistieron a la reunión más reciente en Abu Dabi, incluidos los líderes de la Comisión, el personal de la UICN y los coordinadores de la autoridad de la Lista Roja. Sin embargo, el esfuerzo de todo el mundo es mucho mayor. Más de 10 000 voluntarios participan en las actividades de la CSE en más de 140 grupos de trabajo y juntos debemos marcar la diferencia.
Juntos podemos aumentar la conciencia de nuestro trabajo vital en la protección de las especies más amenazadas del mundo.
Juntos podemos comprometernos con todos mientras seguimos adelante con nuestra misión de proteger la vida que nos da vida.
No nos demoremos y asegurémonos de que nuestras acciones sean significativas y eficientes, ya que la extinción es para siempre.
(Esta entrada del blog es una adaptación de un discurso que presenté en la cuarta reunión de los líderes de la CSE en Abu Dabi en octubre de 2019).